Charla debate
Hacia el bicentenario:
Un abordaje histórico
sobre las Mujeres
y sus luchas
Miércoles 2 de septiembre a las 19:30hs
Disertan
Prof. Graciela Tejero Coni
Dra. Betina Garrido
Hoy se que mi historia es como la de muchas, fui victima de violencia durante muchos años de mi vida 22, quizás demasiados. Me casé muy chica y pensando que iba a ser para siempre, él resultó ser un hombre autoritario, donde las cosas tenían que ser como él las decía o usaba su fuerza, la violencia como modo de resolución. Yo permití y naturalicé este abuso de poder donde mi silencio, mis culpas, mis miedos justificaban su conducta y no hacían más que prolongar esa relación de manipuleo donde me hacia sentir humillada porque no valía nada y desvalorizada porque no servia para nada, inmovilizándome de tal manera que pensaba que ese era mi destino y que jamás podría salir su situación ya que era amenazada de muerte si intentaba hacer algo. Tuve 4 hijos en los que me sostuve y me sostengo y al crecer me dieron fuerza para promover el cambio entre lo que era y lo que quería ser. Tomé la decisión de separarme aterrada por sus amenazas y con la decisión de saber que podía morir en el intento por la obsesión de un hombre que perdía lo que toda la vida creyó que era su propiedad privada.
Comencé a trabajar en lo podía y a estudiar lo que quería, mi necesidad de creer de conocer, habían sido negada mucho tiempo.
Alentada por una amiguita que hoy es mi compañera decidí participar del encuentro de que ese año se realizó en Córdoba, me inscribí en el taller de violencia y solo pensaba escuchar “que se decía”.
Peri no, fue muy conmovedor escuchar y compartir historia de vida, casi iguales a la mía. Era raro, no nos conocíamos, teníamos distintas edades, éramos de de distintas provincias, distintas clases sociales pero teníamos la misma conducta (síndrome de la mujer maltratada) y los maridos el mismo perfil del hombre violento.
Lloré al escuchar y al contar mi historia y al estar juntas sentí por primera vez esa bronca y ese espíritu de lucha para promover un cambio que nació en mí. Al redactarse las conclusiones y propuestas me hizo comprender que las necesidades y pedidos eran posibles de ser escuchados si estábamos juntas y organizadas.
En mi primera marcha grite y cante loi que tantos años me habían silenciado. Fue hermoso.
Volví, pero no de la misma manera que me fui, me prometí a mi misma volver siempre a los encuentros y protagonizar de donde esté, desde el lugar que ocupe, la defensa de los derechos de de las mujeres, ante una sociedad que nos condiciona a una dependencia, ante un estado porque hay leyes que deben ser cambiadas para que los hechos de violencia lleguen a ser juzgadas y condenados y a las victimas se le den garantías, soportes y acompañamiento, contención psicológica para que podamos recuperar nuestra capacidad de autoestima.
Defenderé esto por mí, por mi hija por mi nieta por todas las mujeres. Para que no haya mas Mónica Pérez, quien, nosotras las que la pasamos sabemos que no fue a una cita romántica sino que fue por miedo y que su muerte no fue un crimen personal sino violencia hacia las mujeres y que se pudo haber evitado, poniéndose en evidencia la capacidad de los tribunales de familia para abordar la problemática de la violencia de genero, frente a la denuncia de miles de mujeres.
Quizás tengamos morir muchas todavía hasta cambiar esta realidad, pero yo a partir del primer encuentro y del encuentro año a año con mujeres de mi país que comparten la común opresión de género, que comparten la rebeldía ante las injusticia ante las injusticias, unimos nuestras voces para gritar basta!Para no callar nunca más, por Mónica, por mi. Por las que no están y por las están y todavía son violentadas y silenciadas.
Alicia
El 8 de marzo es un día especial para las mujeres, se conmemoran días trágicos del siglo pasado, tiempos de luchas contra la opresión que aun continúan y tiempos de conquistas de las mujeres, tiempos de logros contra la opresión y la discriminación que sufrimos por siglos y siglos.
En este día se hablará del “día de la mujer” y las propagandas harán conocer miles de ofertas de regalos para nosotras en “nuestro” día. No es que no nos gusten las gentilezas, pero preferiríamos que, en su lugar, no se nos nieguen nuestros derechos y recordar este día como lo que realmente es, una jornada de denuncia y de lucha de las mujeres de todo el mundo.
Y en este día nos viene bien a las mujeres reflexionar en que avanzamos y cuales son los motivos de nuestra lucha por transformar las condiciones sociales que aun nos discriminan y nos oprimen.
Por ejemplo pensar que las mujeres nos hemos organizado en estos años, y hoy es cotidiano ver mujeres que se organizan contra el hambre de sus hijos, por la ley de salud sexual y reproductiva, contra los violadores exigiendo una ley de emergencia contra la violencia sexual con silbatazos, o contra la droga como las madres de la esperanza, o contra la impunidad como las que se organizaron en la Comisión de familiares, porque hemos aprendido que solas no podemos, que con otras es posible avanzar.
En estos años también aprendimos que, luchando por no seguir pagando la crisis más profunda de nuestra historia, pudimos avanzar y ganar, como mujeres, muchas batallas por nuestros derechos. Con la agudización de la crisis internacional en curso actualmente las presiones y amenazas de despidos están a la orden del día para todos los trabajadores, pero para las mujeres la amenaza adquiere tintes diferentes. Somos las que recibimos los peores salarios, cobrando menos que los hombres por realizar el mismo trabajo, en las peores condiciones con contratos precarios o en negro.
También tendremos que reflexionar sobre la violencia que se ha incrementado. El caso emblemático de ROMINA TEJERINA en Jujuy, víctima de violación, condenada a 14 años de prisión –mientras su violador está libre- ha puesto en el centro del debate nacional, la historia de miles de jóvenes que sufrieron y sufren la indiferencia de la justicia; sumado en nuestra provincia al secuestro y asesinato de PAULINA LEBBOS una víctima como tantas otras, de la impunidad, que culpabiliza a las víctimas y deja libre a los culpables.
La triste lista de las víctimas de violencia en nuestra provincia durante el 2008: Graciela Rodríguez, muerta a puñaladas en Los Nogales; Mariana Espinoza, en barrio Tiro Federal; Alba Ponce fue asesinada a escopetazos por su ex pareja en barrio La Cartujana; Romina Pistán fue degollada por su pareja en El Siambón; Elena Belén Damus asesinada por su progenitor, Mónica Pérez fue ahorcada por su ex pareja en la habitación de un hotel; en Tafí Viejo, Miryam Ferrero fue asesinada por su ex pareja; Gilda Barbieri, en Banda del Río Salí, e Inés Costilla asesinada por su novio son una muestra de que se han agudizado los padecimientos de las mujeres y se legitiman cada vez más las estructuras de la impunidad. Son algunas de las victimas de femicidio en nuestra provincia.
En este 8 de marzo es necesario redoblar nuestros esfuerzos para terminar con la desigualdad, la opresión y la discriminación y comprender que las causas que producen esta situación no son naturales, ni producto del destino, sino que tiene causas sociales, que son producto de la historia que tuvo y tiene responsables concretos antes y ahora y que así como se gestaron generando injusticia, pueden transformarse y gestar vínculos igualitarios entre hombres y mujeres.
Lic. Hilda Disatnik
(Nota que salió en El Periódico - 8 de marzo)
menor, sin señas particulares, raquítica, huérfana,
hasta el presente no fichada, dice haber
asesinado a un niño de la siguiente manera:
Que ya en el segundo mes intentó
en lo de una mujer que vivía en un sótano
abortarlo con dos inyecciones, que declara
fueron dolorosas. Pero no quiso salir.
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
A pesar de ello dice haber pagado en el acto
lo convenido y desde entonces haber usado faja,
también bebió kerosen con pimienta molida;
pero que todo eso no hizo sino provocarle diarrea.
Que su cuerpo se hinchó a ojos vistas y que tuvo
dolores agudos, mientras lavaba los platos, muchas veces.
Ella misma, dice, aún no había dejado de crecer.
Que le rezó a la virgen, con mucha esperanza.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar,
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Al parecer, las oraciones no dieron resultado.
También, era mucho pedir. Cuando se puso más gruesa
le daban mareos durante la misa. Sentía el cuerpo húmedo
de miedo, cuando se arrodillaba al pie del altar.
Sin embargo, mantuvo en secreto su estado,
hasta que finalmente la sorprendió el parto.
Pudo ocultarlo todo, seguramente porque nadie creía que ella
tan sin gracia, hubiera caído en la tentación.
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Puesto toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Que ese día, según ella, muy de madrugada
al lavar la escalera sintió que le clavaban
uñas en el vientre. El dolor la estremecía.
Y, sin embargo, logró disimularlo.
Todo el día. Mientras cuelga la ropa
la cabeza le estalla: de repente se da cuenta
que va a parir y siente un gran peso
sobre el corazón. Solo muy tarde sube al cuarto.
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
La llamaron de nuevo cuando ya se había acostado,
había nevado y tuvo que barrer.
Así hasta las once. Aquel fue un largo día.
Solo entrada la noche pudo parir en paz.
Y dio a luz, así declara, a un niño varón,
a un hijo que era igual a otros hijos,
pero ella no era igual que otras madres, eso
quiero aclararlo sin ironía y sin mayor motivo.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Dejémosla que siga relatando
lo que con ese hijo pasó
(dijo que no pensaba guardarse una palabra)
para que todos lo sepan y se ubiquen.
Dice que a poco de acostarse sintió intenso malestar,
sin saber qué podría ocurrir,
pues estaba sola, y que se forzó a no gritar.
Y yo a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Con sus últimas fuerzas, dice que luego,
como su cuarto estaba helado, se arrastró
hasta el retrete y allí (no recuerda exactamente
en qué momento), sin más vueltas, parió
hacia el amanecer. Dice que entonces se sintió
muy confusa, y luego, ya medio congelada,
porque en el baño de servicio entra la nieve,
apenas tuvo fuerzas para alzar al niño.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Luego, entre el baño y la pieza -dice que hasta entonces
no había pasado nada-, la criatura
comenzó a gritar, eso la alteró de tal manera,
que la golpeó con ambos puños y con fuerza,
ciegamente, dice, hasta que se calló.
Luego de ello se llevó el cuerpito consigo
a la cama por el resto de la noche
y de mañana lo escondió en el lavadero.
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.
Marie Farrar, nacida en abril, muerta en la prisión de Meissen madre soltera, sentenciada, quiere mostrarles los sufrimientos de todas las criaturas. Ustedes que dan a luz en limpias camas de maternidad y llaman “benditos” a sus vientres preñados quieran no condenar a los débiles perdidos pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande. Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.